Viajamos al pasado. Te acuerdas de...

Hoy me desperté con un día mustio, el cielo pintado con un color ceniza que hace presagiar una nueva tarde de manta y libro. Y he recordado que debe ser la edad por la que ahora tengo estos pensamientos. Antes, cuando uno era joven, ya sabes, sobre el siglo XVI, me daba lo mismo el tiempo que hiciese, yo marchaba y me tiraba horas en la calle. Ahora, pues... ¿Te ha pasado lo mismo? Que recuerdos ¿verdad?

A si que como el día no acompaña para hacer un paseo abrazados bajo un cielo soleado, vamos a aprovechar y a recordar algunas cosillas. Al final del artículo te cuento la razón de todo esto. 

- ¿Te parece? ¿Me acompañas?

Y es que es imposible no mirar atrás en el tiempo y recordarme con un flequillo que me tapaba los ojos, algo parecido al que hoy lleva mi hijo y me pone de una mala hosti.... ¡¡¡Perdón!!! Pero es cierto, es imposible no recordar esos tiempos.

O esos otro cuando me pasaba horas y horas delante de mi Master Sisten de Sega jugando al Alex Kid. Eso era el futuro. No sé, es que las cosas cambian y a veces no terminas de entender la razón de dicho cambio. No entiendo porque antes, cuando era un crío y nos daban vacaciones ene l cole, los veranos era super grandes, eternos, yo creo que antes duraban 6 meses y desde que me hice mayor los han acortado. Seguro que ha sido culpa de Pedr.. ¡¡¡Perdón!!!, que me pasa de nuevo, me dejo llevar por lo que uno escucha todo el día y...

Lo que no entiendo, es porque antes que los veranos duraban casi dos años, los helados dejaban de venderse en septiembre, y ahora que apenas dura algo más de tres meses, se venden todo el año. No sé, yo recuerdo querer un helado en octubre y eso era como desear un regalo de reyes en junio. Imposible. Que recuerdos...

Recuerdo cuando me llamaba un amigo y tenías que hablar delante de toda la familia. Porque teníamos esa manía de tener el teléfono de casa con una correa enchufada para que funcionase. Y ya si la que llamaba era una amiga, ya era otro cuento. Y lo pero no era eso, lo peor es que llamases y te cogiesen el recado porque tu no estabas en casa.

- Hola hijo, ¿que tal el instituto? Por cierto te han llamado por teléfono hace unos diez minutos.

- El insti bien, ¿quien era? ¿Quién ha llamado?

- Uff, no sé ahora hijo, era un chico, pero no recuerdo el nombre.

- Anda que si, y que ¿quería? ¿Te ha dicho algo?

- Pues me ha dicho que te esperaban en no sé que bar de no sé que calle. No le he entendido

-¡¡¡Joder mamá!!!!

Te prometo que me pasaba de verdad. 

Ahora los niños saben mucho, son más despiertos, pero en realidad les usamos mucho menos que en nuestras generaciones. Yo recuerdo que además de ser niño, también ejercía en casa de mando a distancia porque este aún no estaba inventado. En cada parada de publicidad de la película de turno, mis padres me obligaban a levantar, acercarme al televisor e ir cambiando de canal. ¿Tu también hiciste eso? Yo veo ahora a la chica de la ruleta de la suerte y me veo yo hace unos años, en lugar de cambiar letras, cambiando canales. Que recuerdos...

Recuerdo que para enviar un sms tenías que inventar un nuevo lenguaje, porque tenías un tope de letras a introducir en cada uno de ellos. El móvil por aquellos tiempos era pequeño sabes, de esos que poco más y tenías que llevarlo en una mochila. Si me llegan a contar que un día podría ver la televisión en el móvil, mientras hacia de niño a distancia... Que recuerdos.

Recuerdo que cada vez que contestabas mal a tus mayores, no se de dónde, pero siempre aparecía una mano de la nada que te daba tal bofetón, que no me digas la razón, no se te volvía a pasar por la cabeza contestar así de nuevo. Eso era lo que llamaban respeto creo, pero no me hagas mucho caso, hace lustros que no veo tal cosa. Que recuerdos...

Recuerdo que me ponía a grabar las canciones que me gustaban de la radio, y el cabronazo del señor que estaba dentro hablaba a mitad de canción y siempre me fastidiaba la grabación. Que recuerdos...

Recuerdo el primer día de instituto, los nervios que pasé al llegar a clase y no conocer a nadie, el primer día de mi trabajo como pescadero, dónde no sabía distinguir una anchoa de un portaviones del ejercito americano. Recuerdo mi primer beso con una chica, mi primer viaje después de sacarme el carnet de conducir. Que recuerdos...

La vida son 4 días y dos de ellos se les pasa lloviendo. Saca partido a los otros dos, no dejes de vivir para tener cosas que recordar.

Te cuento todo esto, porque he visto en el telediario que de cada 10 personas en España, 4 no llegan a jubilarse, no llegan. Te cuento esto, porque el que fuese una vez mi mejor amigo, nos dejó con poco más de 30 años. Te cuento esto, porque he visto cosas increíbles, pero también cosas horribles y estas no sabemos cuando van a venir a visitarnos.

Te cuento esto para que los días que la vida nos permita estar aquí, seamos capaces de sacarles partido, seamos capaces de disfrutarlo, de vivirlos. 

Te cuento esto, porque cada vez veo más gente a mi alrededor que han muerto en vida. Rodeados de móvil y RRSS durante horas y horas, series absurdas de televisión, sofá y más sofá...

- ¿Y sabes lo que me pasa?

Que además de tener muchos recuerdos de mi infancia, también quiero tenerlos de mi vida adulta para poder dar la coña a mis nietos en mi vejez. (Todo esto si Dios, la vida y mis hijos están conformes en concedérmelo).  Y es que, poco o nada sé sobre estas cosas, pero lo que si sé, es que tirado en el sofá pocas cosas voy a vivir para poder recordar después, porque no valen la pena. Sé que de tirarme horas y horas en RRSS, no voy a recordar nada que pueda compartir con nadie.

Recuerdo los grandes compañeros de trabajo que se convirtieron en grandes amigo/as, que no todo el mundo podrá decirlo. Recuerdo las risas con compañeros del cole, recuerdo los viajes con mis padres a Santander, que yo creo que antes solo existía Santander, porque San Vicente de la barquera era lo único que me dejaban disfrutar mis padres antaño. Ojo, y agradecido, que no todos pueden decir que cada verano sis piececillos tocaban el mar.  Que recuerdos...

Porque uno recuerda lo que de verdad vale la pena, o por contra, os momentos que le hicieron sufrir en su momento. Pero cuando pierdes el tiempo, no hay recordatorio alguno. Y para mí es triste que llegado el momento, te des cuenta que careces de recuerdos adultos, porque dejaste de vivir. Porque una vez transitaste por el mundo sin más metas que llegar a casa a conectarte al tik tok mientras de fondo suenan las voces de los petardos de la Isla de los...

Bueno, que no me hagas ni caso, tu prueba. Hazte el ejercicio. Si tienes más recuerdos de cuando eras un crío que de tu vida adulta... Háztelo mirar. 

¿Tienes estos recuerdos? Ponlo en comentarios y recordamos juntos. ¿Te atreves a compartirlos?

- Recuerdo cuando era joven y guapo...

- Joven si, pero guapo no has sido nunca pedazo de mentiroso.

- ¡¡¡Perdón!!!, me dejé llevar de nuevo. Lo siento.

dtp.rubenarroyo@gmail.com